Cuando vine a Canadá en septiembre ya sabia que no volvería a casa por navidad (ahorraros el chiste del anuncio de turrón). Desde España pensaba que pasaría las fiestas en algún sitio cálido, concretamente alguna isla caribeña, pero al final el coste del avión desde la maravillosa capital de Canadá hizo imposible este objetivo y al fin y al cabo, siendo más barato desde España ya volveré al caribe otro año.
Finalmente nos surgió la oportunidad de unirnos a Alejandro, que pasa las navidades en Nueva York con su familia y esto no solo nos permitía dividir el coste del viaje entre tres si no que nos ofreció quedarnos en una casa en New Jersey por la patilla, una oferta que no podíamos rechazar.
(El coche que alquilamos)
El día 23 al salir de trabajo pasamos a recoger las maletas a casa y nos subimos a un coche que tras siete horas nos dejaría en New Jersey. Del viaje hay poco que contar, tan solo tuvimos problemas saliendo de Ottawa, hubo un accidente y se monto un buen atasco en la autopista, también durante el viaje hicimos la primera de las muchas paradas en "La Gran M", "El Eight Wonder", el Mc Donald's.
Aunque era tarde cuando llegamos pudimos conocer a la familia de Alejandro que nos acogerían en la casa de enfrente a la suya que casualmente estaba vacía por aquellas fechas. La casa a todo lujo, una cocina tan grande como mi apartamento en Ottawa, teníamos tele por cable, conexión a Internet... un perfecto piso franco para el turismo por Nueva York.
(La casa donde nos quedamos) Al día siguiente Jose y yo fuimos a New York cogiendo el tren desde el "pueblo" en New Jersey en el que estábamos. Entrecomillo lo de pueblo por que aparentemente en New Jersey (el estado) y sobretodo la parte que rodea Nueva York los pueblos no son más que urbanizaciones de casas en las que en el centro hay un WalMart, un McDonals y poco más.
El tren se cogía a 5 minutos andando de la casa y tras media hora de trayecto en total (haciendo una conexión) nos dejaba en pleno Manhattan, bajo el Madison Square Garden.
(Nuestra primera imagen de NY, el empire state al fondo) Una vez en Manhattan nos encontramos con la situación sobre la que bromeábamos en Ottawa, esto es, salimos del tren, llegamos a la calle ¿Y ahora que? Afortunadamente hay suficientes cosas que ver y teníamos una guía que compramos como buenos previsores en Ottawa, como llovía nos decantamos por ir a un museo, el metropolitano.
En el Metropolitan tienen piezas de arte romanas, griegas, egipcias... al estilo del British Museum pero también pinturas de Van Gogh, Rembrandt, Goya, Dali... Ver un museo de este tamaño es extenuante y tras más de tres horas allí nos dimos por vencidos y empezamos a buscar una salida.
(Obras de arte en el museo)
Después de comer andamos un poco por allí y finalmente fuimos a Times Square que es bastante impresionante.
(Times Square, siempre lleno de gente) Como era día 24 la familia de Alejandro nos invito a cenar en su casa, no queríamos llegar tarde ni ir con las manos vacías así que nos hicimos con una caja de bombones y, tras dar muchas vueltas, con una botella de vino que mas tarde sufriría un lamentable accidente en la estación de tren.
Antes dije que el trayecto de ida a Manhattan desde New Jersey eran apenas 30 minutos, estábamos a punto de comprobar que la vuelta, nos llevaría mucho más, no una ni dos, si no todas la veces que lo usamos.
Llegamos a Penn Station (esto es en Mahattan) a tiempo para coger un tren hacia Secaucus, en donde se hacia la conexión, según el horario que teníamos debería pasar un tren para llevarnos a Plauderville, nuestro destino, pero allí no pasaba ningún tren o no nosotros no lo vimos. Así que allí estábamos en una estación en medio de la nada, oliendo a vino por accidente con la botella que decía antes, esperando a un tren que nos sabíamos cuando pasaría. La noche buena perfecta.
Al final conseguimos llegar a casa de Alejandro, unas dos horas tarde pero llegamos, cenamos lo más sano que comeríamos en los próximos 10 días y nos fuimos a dormir. Al día siguiente venia Papa Noel y queríamos ver que nos dejaba.
Papa Noel por lo visto no para en New Jersey así según nos levantamos nos volvimos a Manhattan y como era la ida llegamos sin problemas.
(Vistas desde la estación de Secaucus)
El día de navidad no había absolutamente nadie por las calles así que podíamos andar sin problemas. La ruta para la mañana incluía ir a ver la estatua de la libertad cogiendo el ferry gratuito a Staten Island, ver Wall Street, la zona cero...
La estatua de la libertad la verdad es que es un poco engaño, quizás demasiadas tomas desde abajo en las películas, pero vista desde el barco es del tamaño de un muñeco de lego.
(Vistas desde el Ferry y desde la isla) Una vez en Staten Island (no es la isla donde esta la estatua ni la isla donde llegaban los inmigrantes a principios del siglo pasado) no hay nada más que hacer que esperar al ferry de vuelta.
Paseamos por Wall St y alrededores y nos acercamos hasta la zona cero que quizás tenga mucho valor sentimental pero en el fondo (no es un chiste) no es mas que un solar. Si que impresiona el tamaño, con esa base no me puedo imaginar lo impresionantes que pudieron ser las torres.
(En Wall St.) (Alrededores de la zona 0) Después de ver esta zona queríamos ir a Brooklyn, cruzando el famoso puente. Fuimos andando por la orilla del río, que mejor forma de encontrar un puente, hasta que nos dimos cuenta de que al puente no se podía subir en la orilla si no que había que meterse un poco el la ciudad. Cuando por fin llegamos supimos que estábamos en el puente correcto por que estaba hasta arriba de gente. Los pobres ciclistas que intentaban cruzarlo se tenían que pelear con la manada de turistas que estábamos allí. El puente es muy bonito y se tiene buenas vistas de la ciudad desde el.
(Vale, encontramos el puente, ¿ahora como subimos?)
(Ya en el puente)
Una vez en Brooklyn empezamos a buscar algún sitio para comer pero no encontramos nada, por algún motivo se nos antojo pizza así que cogimos un metro hacia Little Italy.
En little italy también había bastante gente, sobre todo el los restaurantes, finalmente entramos en uno y pudimos comernos la pizza que tanto deseábamos.
La vuelta a casa este día nos volvió a deparar una horita de no hacer nada en la estación de Secaucus. Quiero aclarar que en esta estaciono a pesar de ser bastante grande no hay nada de nada, ni gente, ni cafetería… es solo un punto de conexión para varias líneas.
Para el día siguiente teníamos como objetivo Central Park y algunos barrios que nos quedaban.
Central Park esta muy bien aunque quizás este mejor en primavera o verano que en invierno. Aun así en esta época se puede ver la pista de patinaje y la nieve por allí, aunque de nieve ya voy servido este año. También son bonitos los edificios de alrededor, entre ellos el mítico Dakota. Este día también vimos Harlem, la universidad de Columbia y la oficina comercial de España en Nueva York que esta en el edificio Chrysler.
(Gente patinado en Central Park)(Paseo en Central Park)(El mini monumento a Lenon en el parque) (El edificio Dakota)
(Universidad de Columbia)
(Enfrente de la cafetería de Seinfeld) (Vistas desde la oficina de Nueva York) La vuelta a casa este día fue la más emocionante de todas. Nos pasamos dos paradas y nos bajamos en Radburn. Si la estación donde nos montamos es pequeña esta era aun peor. Un banco al lado de la vía. Así que allí de noche, sin saber muy bien done estábamos nos acercamos a un bar y preguntamos por una parada de taxis a unos que salían, nos dijeron que en New Jersey el concepto de parada de taxi no existe así que muy amablemente buscaron un teléfono de taxis para llamar y que nos recogieran. Nadie respondía. Como vimos que nos tocaba dormir al aire libre en la estación esta llamamos a Alejandro que nos pudo venir a buscar. Menos mal que teníamos GSP en el coche porque el nombre de la parada no le sonaba de nada.
(En la estación de Radburn, que miedo) El último día que hicimos turismo por Manhattan lo dedicamos a las naciones unidas y pasear por la quinta avenida.
El tour de las naciones unidas esta muy bien porque se puede entrar en la asamblea general y hacerse unas fotos por allí. A parte de eso no tiene más te van enseñando unas obras de arte que donaron diferentes países y un mini museo sobre el desarme, minas, ak-47…
(Representante Zamorano en las naciones unidas) La quinta avenida, a la altura de la zona más comercial, estaba por supuesto hasta arriba de gente y paseamos por allí un buen rato.
También estuvimos en Nueva York en nochevieja. Por la mañana fuimos a hacer unas compras a un outlet donde todo estaba bastante barato. Allí me compre una chupa de cuero, ya me veréis con ella cuando suban un poco las temperaturas.
Por la tarde fuimos casa de las becarias de Nueva York y allí hicimos las uvas horario español (6 de la tarde hora local) con el video de youtube de las uvas de 2008. Repetimos a las 7 para las uvas canarias.
Para la noche teníamos entradas para una fiesta en un bareto lujoso del que no hay mucho que destacar, en vez de las uvas se hace lo de ver la bola caer en times square y hace una cuenta atrás de desde 10. Me quedo con las uvas.
No he comentado nada sobre la cantidad de hamburguesas que comimos, las caminatas calle broadway para arriba y calle broadway para abajo… Después de unos días allí nos quedamos con la sensación de haber visto bastante, solo nos quedo subirnos al Empire State Building o al Rockefeller pero había unas colas enormes. Tampoco fuimos a ningún museo más pero para el tiempo que estuvimos creo que lo aprovechamos de sobra.
Como esto se me ha ido de las manos de largo dejo para otra entrada el viaje a Washington y Philadelphia y la visita al Madison para ver a los Knicks y un teatro de broadway.